miércoles, 26 de junio de 2019

La hora del cuento.

LA HORA DEL CUENTO

En esta unidad hemos visto la transmisión literaria, y las tres formas de hacerlo:

-El cuentacuentos.
-La narración.
-La lectura.

En el cuentacuentos se retransmiten cuentos folclóricos, y la forma de retransmitirlos es contándolos.
La narración se basa en contar una historia basándose en imágenes, interactuando mucho con el público y contándolo con nuestras palabras, sin necesidad de leer lo que pone en el cuento.
La lectura se trata de leer literalmente lo que aparece en el cuento.

Mi actividad la he hecho con el cuento “no sé”. Elegí este libro de los que nos facilitó nuestra profesora porque me llamó la atención, pero cuando llegó el momento de contarlo me entró miedo, no sabía cómo contarlo, hasta que le cogí el truco.
El protagonista de este cuento es un niño, cuya edad rondará los cuatro años, pues la edad a la que los niños empiezan a cuestionarse todo cuanto les rodea y se fascinan inventándose respuestas para sus propias preguntas.

Para contar este cuento elegí la estrategia de la narración, y lo hice así:

NO SÉ:
Para contar mi cuento, inventé mi versión de lo que me decían las ilustraciones. al niño protagonista de este cuento le llamé Samuel.

Samuel es un niño de cinco años, que le llama la atención todo cuanto ve. Un día empieza a hacerse preguntas sobre todo, así se pregunta dónde estuvo antes de estar en el mundo, y observa el cielo, los árboles y los coches que pasan. Se pregunta también porque hay tanta gente cuando monta en transporte público con su mamá, y observa a gente de diferentes alturas, con diferentes tamaños o diferentes vestimentas, y cuando está en su habitación siente que son pocos, porque sólo está él y sus juguetes (Aquí les preguntaría a los niños, que si ellos a veces se sienten solos o tienen miedo). Cuando Samuel mira por la ventana, observa la luna y el sol, y se pregunta quién enciende el sol por el día, y quién enciende la luna por la noche, o por qué a veces los tapan las nubes.
A Samuel sus papás siempre le dan folios para pintar, pero se pregunta por qué no puede pintar en las paredes, (Aquí les preguntaría a los niños que si ellos pintan en las paredes.) Samuel cuando sale al patio del colegio, se pregunta a veces cómo se dibujan  solas, y las observa y le gusta jugar a imaginarse las diferentes formas que hacen las nubes. Cuando Samuel está jugando y se cae le salen manchitas rojas en la piel, y se pone triste y se pregunta por qué le bailan esas manchitas rojas en su piel. (Aquí hablaría con los niños de cuando ellos se caen y se creará seguro un debate y a los niños les encantará hablar sobre las veces que ellos se caen.)
Samuel tiene una mascota, que es un gatito, y se pregunta por qué el gatito tiene tanto pelo y el no. (Ahora hablaríamos sobre nuestras mascotas.) Cuando Samu va a la playa de vacaciones, se pregunta quién habrá llorado tanto para llenar todo eso de agua, y por qué las lágrimas son saladas, y observa las olas y juega con la arena a hacer castillos, pero en cambio cuando va al río, se pregunta por qué lo llaman agua dulce, ¿Será por qué a alguien se le cayeron un montón de caramelos?. 
Samuel no sabe cuánto falta para ser grande, y le pide a sus papás que le midan y le encanta darse cuenta de que va creciendo, y lo apunta todo en el marquito de la puerta (Aquí hablamos sobre si los niños se miden y si les gusta saber que han crecido). Samuel no sabe darse tantas respuestas a todo lo que se pregunta, porque todo lo que ve le gusta y le entretiene, y no sabe cuál va a ser su futuro,¿¿ pero todo lo que aprende le gusta!



1ª VEZ EN NARRARLO: Estaba nerviosa, y tenía miedo, no sabía por dónde ni cómo empezar a contarlo (por el principio, claro, pero, ¿de qué manera tenía que hacerlo?)
Me dijeron que no estaba mal cómo lo narraba pero, que igual sería mejor que me fijase más en los dibujos a la hora de contarlo.

2ª VEZ EN NARRARLO: Le fui cogiendo el truco, e hice lo que me dijeron mis compañeros, me fije más en las imágenes, e inventé mi propia historia y lo que yo pensaba que el cuento quería decir con esas ilustraciones. Al segundo grupo que se lo conté les gusto bastante, y me dijeron que moderase mi velocidad, que en unas páginas me alargaba más que en otras.

3ª VEZ EN NARRARLO: Por fin me sentí plenamente cómoda contando mi cuento, y a misa compañeros les gustó mucho, supe cómo debía contarlo a medida que lo hacía una y otra vez, incluso le cogí cariño al cuento. Irune tenía razón, según fuesemos contándolo, íbamos a pillarle el tranquillo.
Conclusión:
Me ha gustado mucho este bloque porque al llevar la actividad a la práctica ha hecho que me enganche más a ella. Me encantó darme cuenta de que sí podía contar ese cuento y que era adecuado para la narración, tanto fue, que le cogí cariño al cuento, y se lo conté a mis primos, que no conocían el cuento y les fascinó.

Fue interesante poder ver y comparar las tres formas diferentes de transmisión literaria, y cómo lo hacía cada uno de mis compañeros.

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